Origen de este municipio


      Desde la prehistoria se han encontrado en los alrededores de Torre de Juan Abad vestigios de gran valor de distintos asentamientos y pobladores que abarcan todas las épocas. Destacan por su relevancia la planta de villa hispano-romana que se descubrió en lugar próximo a la Casa del Molino o Huerta de Don Reyes y el tesoro ibérico-romano hallado en Cabeza del Buey.


      La Torre de Juan Abad aparece por primera vez en la historia, con base documental, en el siglo XIII. En Burgos, el 6 de mayo del año 1214, Alfonso VIII firma una carta de donación concediendo el castillo de Eznavejor, “que había adquirido de los paganos”, con toda su jurisdicción, a la Orden de Santiago. El crecimiento del lugar próximo de Torre de Juan Abad determinó la despoblación y ruina de Eznavejor. Los amplios territorios de esta importante fortaleza musulmana pasaron a ser de esta villa, lo que hizo que la Torre de Juan Abad, que aparece por primera vez como tal en 1243 al ser reclamada por el Concejo de Alcaraz y adjudicada a la Orden de Santiago, comenzara a adquirir capital importancia, convirtiéndose en una de las tres históricas cabeceras del Campo de Montiel, con una extensión en su término de 1107,18 km2, de los que la Torre de Juan Abad conserva 398,13 km2, después de independizarse sus aldeas Villamanrique (Don Rodrigo Manrique le otorga Carta Puebla, apartándola de la Torre, el 18 de diciembre de 1474) y Castellar de Santiago (Felipe II le concede la emancipación, según Carta de Privilegio, el 14 de septiembre de 1564), y una parte considerable segregada a favor de Valdepeñas.




La Torre que dio nombre al pueblo


      El Concejo de la Villa, en las Relaciones Topográficas dadas a Felipe II en 15 de diciembre de 1575, consignaba: “… y que se platica que este nombre villa Torre Juan Abad lo tiene porque hubo un alcayde en la fortaleza de ella que se decía Juan Abad… y que en esta villa hay un rastro de edificio antiguo que los antiguos han dicho que había en él una torre alta y parece así que tenía otros edificios alrededor de ella… y junto de ello una ermita que dicen Santiago y en la dicha torre tuvo un alcayde que se decía Juan Abad…”.


      El itinerario de las procesiones de Semana Santa a cargo de la Cofradía de la Santa Veracruz, acordado en acta conservada en el archivo municipal con fecha 12 de abril de 1629, que dice: “… que por cuanto la dicha ermita de la Sta. Veracruz está acabada de cubrir… y se han de juntar los hermanos de la dicha cofradía en la dicha ermita para que de allí salgan en procesión los pasos que en ella hay… decretaron y mandaron que la dicha procesión salga de la dicha ermita y vaya por la Viacruces a la bienaventurado Santiago y al Santo Calvario y a la Parroquial de la villa, al Santo Monumento de la ermita de la bienaventurada Sta. Bárbara y de la dicha ermita a la Veracruz y esta orden se guarde y cumpla mientras que el mundo durare…”, nos ilustra sobre el particular al señalar la situación de la ermita de Santiago que, según las Relaciones, estaba junto de una torre alta, y nos hace atrevernos a fijar como lugar donde estaba la “torre alta que tuvo un alcaide que se decía Juan Abad” en las actualmente llamadas Eras Altas, que en datos catastrales antiguos aparecen como Cerrillo de Santiago.


      Si situamos la ermita del Sto. Cristo de la Veracruz en la parte edificada sobre el Arroyo del Cristo, como se desprende también de unas cuentas de la Cofradía en que aparece una partida por “mondar el arroyo que va por bajo de la ermita”, el itinerario descrito nos lleva de la mano a la ermita de Santiago que se menciona, para lo que subimos por el caminillo de Santiago a las Eras Altas, donde aún pueden verse restos de unas escaleras de piedra y en sus muros bastante piedra labrada que debe proceder de las ruinas de edificios antiguos; después, marchando por el camino de la Veracruz actualmente existente por bajo de las Eras Altas bordeando las casas del pueblo hasta entrar en la que conocemos ahora por calle de la Veracruz, se llega al Calvario y se reproduce el resto del itinerario con facilidad.


      Parece muy verosímil que existiese la fortaleza o torre que dio origen al nombre del pueblo, por su situación estratégica que la sitúa en una cadena de defensas fronterizas de la Reconquista todavía muy evidentes.





Escudo de la villa


Referencias históricas:


      En las Relaciones de Felipe II se alude a las armas de la villa en el capítulo sexto, y se dice: “… que esta villa tiene por armas una torre y unas encinas y unas hachas por razón de su nombre que se dice torre y por las encinas y árboles que hay en su término”.


      Opiniones autorizadas sostienen que las hachas y encinas eran para significar la labor de desmonte y repoblación del lugar por sus moradores. El escudo se adornaba con una orla, corona y leyenda al pie: “Muy leal villa de Torre de Juan Abad”.


      El escudo conforme a su diseño actual, se viene usando por la Corporación Municipal desde 1906 cuando menos, según constancia documental que existe en el Ayuntamiento en base a la siguiente leyenda: “Alfonso X el Sabio habiendo celebrado Cortes en Almagro, en 1273, le dio Privilegios y dictado de Lealtad con uso de armas que fueron sobre plata un león empinante a una torre todo de gules y un lucero de azur con bordura asimismo de gules y ocho aspas de oro concedidas por el rey por haber concurrido los de esta villa a la famosa toma de Baeza”.


      Hay un Juan Abad en el estudio genealógico de un apellido de la nobleza española, que en su escudo cuenta con las ocho aspas de oro y una torre exactamente iguales que el de este pueblo. Pudo ser también la base que, con el resto de los atributos heráldicos, formó el actual

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