San Antón
      Este santo fue y es muy venerado en los pueblos agrícolas, gozando en Torre de Juan Abad de un gran prestigio como salvaguardador de los animales, protegiéndolos de enfermedades y accidentes.

      En la noche del 16 al 17 de enero se encienden “luminarias” en honor del santo en las calles. Con el fuego se pretende alejar del pueblo los espíritus malignos que persiguen a los animales. Los espíritus divinos, en esta noche mágica del fuego, bajarán y mantendrán una lucha encarnizada sobre los malignos a los que arrojarán al fuego que purificará el entorno y dará vida y protección al campo.





      La tradición manda que se cocine e invite a los que se acerquen a las diferentes hogueras. Sobresale la gran luminaria que cada año monta el Ayuntamiento, a la que acude todo el pueblo. Los vecinos suelen poner sus parrillas con sardinas y carne, alegrando la noche con vino, cerveza y “chapurrao” o cuerva preparada en un lebrillo de barro, a base de vino, gaseosa, azúcar, frutas y las cáscaras de las mismas. En las ascuas de las luminarias se asan patatas y se echan las típicas tortas de pastor, masa elaborada solamente con sal, agua y harina, extendida sobre la brasa hasta tostarse.

      Durante toda la noche los corros de las gentes danzando alrededor del fuego cantan coplillas alegóricas a San Antón.

      El día 17 se celebra una misa en honor del santo, para después dejar su imagen en la lonja de la iglesia, lugar donde se bendicen todo tipo de animales, particularmente animales de labor en épocas anteriores.

San Marcos
      Hasta el día de San Marcos, 25 de abril, el diablo anda suelto haciendo de las suyas por esos campos; y ese día el pueblo decide que hay que detener a Pedro Botero y se sale al campo en grupos familiares o de amigos para amarrarlo. A lo largo del día es tradición ir a los sembrados a “atar al diablo”. Se trata de un símbolo ahuyentador del mal. Con la mano izquierda se coge un haz de mies con gesto fuerte y enérgico, y sin soltarlo, ni arrancarlo, de una tacada se hace un nudo. Atado y a buen recaudo queda ya el diablo. A continuación se cogen treinta y tres chinas y se rezan treinta y tres credos a San Marcos. Una vez rezados, las piedrecillas se dividen en puñados que son lanzados a los cuatro puntos cardinales a la vez que se dice: “San Marcos bendito, treinta y tres credos te deposito, ni te los niego ni te los quito, por si a la hora de mi muerte los necesito”.

      La conclusión es un agradable día de asueto. Se merienda los huevos pintados y el típico “hornazo”, especie de torta de pan en el que se introducen un chorizo y un huevo cocido.

Los Mayos
      Únicos en su género en España. En Torre de Juan Abad se conservan todavía en toda su pureza y desnudez, siendo unos de los más folclóricos de esta provincia. Son canciones de primeros de mayo que van cantando los mozos con acompañamiento de guitarra, laúd, bandurria, almirez y botella, en la noche de entrada de este mes -que simboliza la explosión de la Naturaleza, el crecimiento de todo lo viviente-, a las mozas al pie de las ventanas y balcones. También ofrecen sus canciones a la Virgen, su patrona y hasta a las autoridades locales.

San Isidro Labrador

      El 15 de mayo, festividad del santo, comienza temprano, pues a las siete de la mañana los agricultores prueban su habilidad en el concurso de arada con tractor. En un principio se hacía con yuntas de mulas. Se premia la pericia del tractorista que traza los surcos más derechos. Posteriormente parte desde la lonja de la iglesia la imagen del santo en romería, acompañada de las carrozas confeccionadas al efecto, hacia la ermita de nuestra Señora de la Vega, donde a la llegada se celebra la Santa Misa. Una vez concluida, las mujeres reparten “rosquillos de sartén”, típicos de la localidad. Después cada uno prepara su comida en las barbacoas adyacentes a la ermita, y tras un breve reposo comienzan los concursos de tirasoga (donde se prueba la fuerza “bruta” de los mozos), de lanzamiento de reja y de habilidad con el tractor, donde los conductores deben sortear un número de obstáculos en el menor tiempo posible. Para los jóvenes también se organizan un buen número de concursos y pruebas. La más divertida es la “Gymkhana” donde por equipos los niños deben ir solucionando las pruebas y problemas que se les planteen.



Romería de la Virgen de la Vega

      La fiesta comienza por la noche, cuando los más atrevidos acampan en los alrededores de la ermita. El día siguiente se celebra con comida campera. El 15 de agosto, aproximadamente a las siete de la tarde, sale la Virgen en romería hacia el pueblo y comienza ya en el camino la puja de las andas. Esta antigua tradición consiste en pujar por llevar las andas donde viene la Virgen. Suele llegar sobre las nueve y media a la lonja de la iglesia parroquial, y aquí los jóvenes no dejan entrar a la Patrona hasta que consideran que el dinero pujado es suficiente. A veces se produce un auténtico forcejeo entre los que pretenden entrar con la Virgen y los que no consienten su entrada a la iglesia.

      La traída de la Patrona concluye con una misa multitudinaria en el templo parroquial.





Fiestas Patronales

      Toda la vida del Campo de Montiel está presidida por un trasfondo de religiosidad que apenas se ha perdido. Si nos atenemos a la mayor o menor importancia de las fiestas de cada pueblo, se puede afirmar que se trata de una religiosidad católica y mariana principalmente.

      En Torre de Juan Abad, la fiesta principal que cuenta con mayor devoción corresponde a la Virgen de la Vega. La mayor parte del año está la Virgen en su ermita, y permanece en el pueblo desde mediados de agosto hasta el tercer domingo de octubre que es trasladada de nuevo al santuario, situado en el paraje conocido por la Vega de Santa María.

      Son importantes las ferias de septiembre pues en estos días, 8, 9 y 10, es cuando se realizan una gran cantidad de actividades y diversos actos públicos, observándose la mayor concurrencia de visitantes de todo el año. Por las noches se celebra en la plaza mayor del pueblo una verbena popular, mientras en las calles laterales hay una gran profusión de casetas, atracciones especiales, carruseles, norias, puestos de juguetería, platería, dulces, tómbolas, tiros al blanco, la rifa de las navajas…

      La fiesta patronal se celebra el 8 de septiembre con misa mayor, ese día y el siguiente se hace la procesión de la Patrona Nuestra Señora de la Vega por las calles principales, en las que los que entraron la imagen el día de la romería en la iglesia tienen el honor y el derecho de llevar las andas de la Virgen.

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